Sembrando la Paz

 


Si imaginamos nuestra sociedad como un enorme Jardín podemos hablar de que iniciamos un tremendo y atractivo reto, uno que promete cambiar el curso de nuestro futuro colectivo. Hablamos de un trabajo realizado por las manos de la infancia, las más pequeñas y con los corazones más puros.

Fomentando valores desde su dulce e inocente infancia, depositamos semillas de paz buscando nutrir un futuro más solidario, más empático y,  por supuesto, más proactivo.

A nivel de aula, hemos trabajado la Paz desde diversas vertientes trabajando en la creación de un tejido social unido con fuertes convicciones y empoderándose como propulsores de la Paz. 

La comparativa entre la plantación de la semilla y la génesis de valores de Paz nos ayuda en el proceso y además nos hace partícipes.  Los niños poseen una notable capacidad para absorber y reflejar los valores que se les enseñan. Si desde pequeños fomentamos en ellos la empatía, el amor y el respeto, conseguiremos un arraigo profundo en ello, formando la base de todas sus interacciones futuras y la manera en que perciben el mundo.

 La historia de la semilla que plantamos, nuestra responsabilidad con respecto a ella, la necesidad de una atención cuidadosa y amorosa nos ayuda a ser conscientes de nuestra importante labor.

Ampliando el tejido social creado desde el cole invitamos a las familias a reflexionar sobre mensajes cargados de buenos deseos y con ellos crear una telaraña dentro del espacio de nuestro Jardín de los sueños. 

 "La Paz podría ser como una gran telaraña que tejiéramos entre tod@s" 

¿No pensáis que estamos unidos por unos hilos muy finos que no podemos ver? 

No los rompamos, trabajemos en mantenerlos unidos y hacerlos cada vez más fuertes.

La paz se logra con el corazón

La paz se logra con la Unión

La paz se logra con las palabras

La niña del Hilo, Angélica Sátiro.








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